2. El problema del sentido y del fundamento de la existencia

2917.990x740Seguimos con esta serie de resumes de algunas de las charlas impartidas en torno al tema «hablar de Dios en la cultura postmoderna«. Esta vez se trata del «problema del sentido y del fundamento de la existencia», por César Izquierdo. Insisto en que se trato solo de un esquema, por eso a veces solo quedan incoadas las ideas:

Niveles de la experiencia humana. Lo que somos, lo que tenemos, a lo que aspiramos. Los “desajustes” interiores del hombre: la decisión y la ejecución, lo sensible y lo racional, facultades y pasiones, el deseo fundamental y los deseos concretos etc. La capacidad de integrar lo negativo. El sufrimiento, el pecado y la posibilidad de restauración. El fin último del hombre. Dios, la respuesta esperada y recibida.

1. El sentido y fundamento de la existencia es un problema universal que afecta a todos, sin que haya una respuesta evidente que todos acepten. Pregunta por lo que existe y pregunta por lo que me pasa.

2. ¿Tiene la vida humana un sentido y el hombre un destino? Blondel. La existencia es siempre concreta, “mi existencia” y de ella puedo dar cuenta por medio de razones y de testimonio.

3. En el concilio Vaticano II hay un planteamiento de la cuestión del sentido. Para Sartre, «no tiene sentido que hayamos nacido, ni tiene sentido que hayamos de morir. Que uno se embriague o que llegue a acaudillar pueblos, viene a ser lo mismo. El hombre es una pasión inútil», y «el niño es un ser vomitado al mundo», «la libertad es una condena». Las preguntas del Vaticano II sobre el sentido se encuentran sobre todo en:

  • Gaudium et spes 10: “¿Qué es el hombre? ¿Cuál es el sentido del dolor, del mal, de la muerte, que, a pesar de tantos progresos hechos, subsisten todavía? ¿Qué valor tienen las victorias logradas a tan caro precio? ¿Qué puede dar el hombre a la sociedad? ¿Qué puede esperar de ella? ¿Qué hay después de esta vida temporal?.”
  • Nostra aetate 1: “¿Qué es el hombre, cuál es el sentido y el fin de nuestra vida, el bien y el pecado, el origen y el fin del dolor, el camino para conseguir la verdadera felicidad, la muerte, el juicio, la sanción después de la muerte? ¿Cuál es, finalmente, aquel último e inefable misterio que envuelve nuestra existencia, del cual procedemos y hacia donde nos dirigimos?”.

4. La propuesta postmoderna prohíbe esa pregunta por el fundamento y el sentido de la existencia, porque parte de que lo sabemos todo (P. Flores d’Arcais): Relativismo, Totalitarismo.

5. El fundamento de la existencia depende de las respuestas que se den al origen del propio vivir, al término a que ese existir está abocado y al valor que tiene el tiempo en que la existencia se despliega: libertad e historia.

6. Por su parte, para formular el sentido de la vida es preciso dar una respuesta a tres aspectos que afectan al sujeto en su unidad e integración:

  • En el nivel de la experiencia: la relación o colisión entre lo que somos, lo que tenemos y aquello que buscamos y a lo que aspiramos.
  • Cómo afrontar los desajustes interiores del hombre y su incidencia en la constitución moral de la persona.
  • Cómo integrar lo negativo.

7. Gaudium et spes considera la respuesta atea (nn.19-21) e inmediatamente después la respuesta cristiana: Cristo en el horizonte de Dios, como Dios, y en su plena existencia humana. Fundamento del humanismo cristiano. Dos niveles:

  • Dios, horizonte de comprensión y fuente de sentido, por ser fuente de verdad.
  • Cristo, la respuesta esperada: mediador, clave de interpretación, nuevo Adán, hombre perfecto. “El misterio del hombre se esclarece a la luz del misterio del Verbo encarnado”. Cristo modelo (camino) y meta (verdad y vida). La respuesta a la pregunta por el fundamento y por el sentido de la existencia forma parte esencial de la experiencia de salvación. Y Cristo es el único nombre en el que podemos ser salvados (Hch 4, 12).

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