¡lo he tocado!
Hemos dedicado las últimas entradas al poder sanador del contacto y en especial al modo de sanción por contacto con Jesús. Por eso me acordé de una anécdota que refiere el Beato Álvaro del Portillo de san Josemaría: «cuando se trasladó a Zaragoza en 1920, una vez que pasaba delante de un bar llamado «Gambrinus», […]
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