¿Por qué Dios se hizo hombre?

gansos volando

Cuenta una historia de un granjero descreído que al llegar la Navidad se reía de todos diciendo: “¡Qué ridiculez! ¿Por qué todo un Dios se va a hacer un hombre? ¡Qué absurdo! Es ridículo…”

Estando con estos pensamientos oyó unos golpes fuera de la casa y descubrió una bandada de gansos que debido a una tormenta inesperada se habían refugiado tras un muro, pero de no ponerse a cubierto perecería alguno. Lleno de compasión el granjero se puso el abrigo para intentar ponerlos a salvo metiéndolos en su granero.

Salió, abrió la puerta del cobertizo y espero en vano a que entraran los gansos salvajes. Nervioso empezó a intentar con gestos llamar su atención, lo cual les asustó y alejó más… Como hacía frío empezó a impacientarse. Pensaba: “no me entienden. Si fuese uno como ellos, podría salvarles”. Recordó que tenía un ganso en el corral y fue a por él. Se alejó con el ganso y lo hecho a volar de modo que pasara por encima de la bandada de gansos salvajes. Estos al ver al ganso volar sobre ellos y dirigirse al cobertizo sin pensarlo se dirigieron tras él y entraron con él, de este modo pudieron salvarse del frío gélido que les habría hecho perecer.

Aquel hombre feliz por haber salvado a los gansos salvajes, no dejaba de repetirse la frase: “Si fuera uno como ellos, podría salvarles”… Efectivamente, eso era lo que había hecho todo un Dios, abajarse hasta hacerse uno de nosotros para podernos salvar… Al verle, al tocarle, al oírle, podíamos entender y sentir lo que nos decía y así podíamos seguirle para ponernos a salvo… Aquel día el granjero entendió por primera vez la Navidad. La Sabiduría de todo un Dios que se ha hecho como nosotros para que podamos imitarle y seguirle y así nos ha salvado.

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